martes, 30 de junio de 2015

ORACIÓN A SAN PABLO APÓSTOL

San Pablo Apóstol
  
Ayer, oh San Pablo Apóstol, se consumó tu obra; habiéndolo dado todo, te diste por añadidura a ti mismo. La espada, al cortar tu cabeza, completa, como lo predijiste, el triunfo de Cristo. ¡Gloria a ti, oh Apóstol, ahora y siempre! La eternidad no podrá extinguir en nosotros, las naciones, los sentimientos de gratitud. Acaba tu obra en cada uno de nosotros por estos siglos sin fin; no permitas que por deserción de ninguno de los que el Señor llamó para completar su cuerpo místico, la Iglesia se vea privada de uno solo de los acrecentamientos que podía esperar. Sostén el ánimo de todos aquellos predicadores de la palabra divina, que, con la pluma o con un título cualquiera, continúan tu obra de luz. Danos apóstoles valientes, que arrojen sin tregua de nuestra tierra las tinieblas. Prometiste permanecer con nosotros, velar siempre por el progreso de la fe en nuestras almas: haz germinar en ellas las purísimas delicias de la unión divina. Cumple tu promesa. Al ir a Jesús, no retires tu palabra empeñada de aquellos que, como nosotros, no te conocieron en esta tierra. Porque a ellos en una de tus Epístolas inmortales les prometiste "consolar sus corazones, uniéndolos con el amor, infundiendo en ellos con su plenitud y sus riquezas inmensas el conocimiento del misterio de Dios Padre y de Jesucristo, en el que se hallan escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia".
   
Dom Prósper Gueranger, OSB. El Año Litúrgico (I Edición española), Tomo IV págs. 497-498. Editorial Aldecoa (Burgos-España), 1956.

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